Fue un viaje un poco cansado. El jueves por la tarde cogí un autobús desde Oviedo a Madrid, para en la madrugada del viernes embarcar en un avión con destino a Frankfurt, donde hice trasbordo y por fin me encaminé hacia Praga. Finalmente llegué a eso de las 14:30 con un retraso de 1 hora debido al mal tiempo.
Lo primero que hice fue comer y después visitar lo que pude durante la tarde. En metro me acerqué a la zona centro y dando un paseo por la orilla del Moldava me encontre fue con el Rudolfinum, sede de la Orquesta Filarmónica Checa.
Continué mi paseo más hacia el interior de la ciudad, a la parte vieja, perdiéndome entre sus callejuelas hasta que me encontré en una hermosa plaza con las torres de la iglesia de Tyn al fondo.
En esta plaza estaba también ubicado el Reloj Astronómico, el más antiguo de Europa. Una torre a la cual se puede subir y apreciar unas magníficas vistas de la ciudad.
Poco a poco fue anocheciendo y toco retirarse al hotel, no sin antes hacer una paradita en el Hard Rock Cafe, el Puente de Carlos, un hermoso puente con 30 estatuas a los lados, el teatro Nacional y las Casas Danzantes, muy divertidas.
Teatro nacional
Casas danzantes
Esto es todo por hoy, mañana el resto.
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